
Un liderazgo auténtico se construye desde adentro hacia afuera. Más allá de las habilidades técnicas o las estrategias de gestión, es el carácter de una persona lo que define la calidad de su liderazgo. La integridad, la honestidad y la coherencia entre lo que se dice y se hace son aspectos que inspiran confianza y respeto en los demás. Cuando el carácter es la guía, el liderazgo no solo es efectivo, sino también perdurable, dejando una huella positiva en quienes rodean al líder.
«El carácter importa; el liderazgo desciende del carácter.» – Rush Limbaugh