Un buen líder escucha…
Porque sabe que cada voz tiene algo valioso que aportar.
Porque sabe que cada voz tiene algo valioso que aportar.
Construir, aportar, generar puentes de paz. Eso es lo que hace un líder de ciudad, es un agente de cambios.
Los líderes de ciudad pueden edificar en equipo, sin competencia fomentando la colaboración.
Juntos somos más que la suma de nuestras partes. Con fe y unidad, podemos edificar ciudades que reflejen el amor y propósito de Dios en la vida de sus habitantes
El verdadero liderazgo no se mide por lo que hacemos, sino por cómo inspiramos a otros a caminar juntos, con fe, empatía y propósito.
Al colaborar con un corazón dispuesto, encontramos la fuerza para construir ciudades más justas, compasivas y llenas de esperanza.