NUESTRA VISIÓN
Imaginamos redes funcionando para el bienestar de ciudades, conectando y catalizando la iglesia de la ciudad con otros sectores, para el florecimiento de todas las ciudades de América Latina
UNIDAD
La mejor manera de entender el concepto de unidad es con el ejemplo de la Santísima Trinidad, donde tres papeles distintos se comparten en la unidad. Están interrelacionados y son interdependientes. Sin embargo, la unidad no significa uniformidad. La fuerza de cada parte individual sigue siendo importante en el poder del conjunto. A través de la oración, la humildad y el amor, este poder puede convertirse en un movimiento evangélico en nuestras ciudades, dando testimonio a un mundo que nos observa.
MOVIMIENTO DEL EVANGELIO
Cuando la población cristiana de una ciudad crece más rápido que la población general y se reúne una masa crítica de creyentes, el cristianismo empieza a tener un efecto desproporcionado en los valores y creencias de la población. El evangelio comienza a extenderse de forma orgánica y espontánea, sin control externo. El esfuerzo del Movimiento Evangélico incluye:
Las iglesias locales se centran en el exterior para llegar a nuevas personas
Líderes que transforman la vida de los marginados
Líderes que ejercen su fe e influencia en la sociedad
Redes urbanas que desarrollan y conectan a los líderes